Ciberseguridad en el Internet de las Cosas: lo que debes saber
El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se refiere a la red de dispositivos físicos conectados a internet que recopilan, comparten y procesan datos. No se trata solo de computadoras o teléfonos, hoy en día cualquier dispositivo que pueda conectarse a internet, desde un reloj inteligente hasta un refrigerador es considerado un dispositivo IoT.
Entendamos cómo funciona
Cada dispositivo IoT cuenta con sensores que permiten no solo recopilar información (por ejemplo, un termostato que mide la temperatura o una cámara que detecta movimiento), sino también ejecutar acciones en respuesta a esa información. Estos datos se transmiten a través de redes Wi-Fi, Bluetooth, o incluso redes móviles como 4G y 5G, hacia servidores en la nube o plataformas específicas. Desde allí, el usuario puede gestionarlos en tiempo real mediante aplicaciones móviles, asistentes virtuales o sitios web, lo que habilita la interconexión y automatización entre dispositivos.
En conjunto, esto crea un ecosistema donde los dispositivos no solo se comunican con el usuario, sino también entre sí, optimizando procesos, facilitando la vida cotidiana y generando nuevas oportunidades en sectores como el hogar, la salud, la industria y las ciudades inteligentes.
Estos son algunos de los dispositivos IoT más comunes
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- Asistentes virtuales (Alexa, Google Home).
- Cámaras de seguridad y timbres inteligentes.
- Relojes y pulseras inteligentes.
- Electrodomésticos conectados (TV, refrigeradores, aires acondicionados).
- Dispositivos de salud (marcapasos inteligentes, sensores de glucosa).
- Vehículos inteligentes.
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Hoy en día estos dispositivos son utilizados por la mayoría de nosotros, pero lo que no entendemos es que al estar conectados a internet pueden ser vulnerables debido a que estos dispositivos normalmente están compartiendo información, datos personales, nuestras ubicaciones o son accesibles por cualquier persona maliciosa si no son configurados de manera correcta y segura.
¿Por qué son vulnerables?
Los dispositivos IoT son vulnerables porque suelen tener seguridad limitada: muchos vienen con contraseñas predeterminadas fáciles de adivinar, no reciben actualizaciones frecuentes, y cuentan con hardware y software simples que priorizan el bajo costo sobre la protección. Además, al estar siempre conectados a internet y recopilar datos, amplían la superficie de ataque, lo que los hace un blanco atractivo para los ciberdelincuentes. Un atacante que logre acceder a un dispositivo IoT podría espiar, manipular información o incluso usarlo como puerta de entrada para comprometer toda una red doméstica o empresarial.
¿Cómo impacta la ciberseguridad en el IoT?
Hay que tener claro que la ciberseguridad no es un complemento del IoT; la ciberseguridad es quien determina si los dispositivos son confiables, seguros y útiles. De no enfocarnos en la seguridad de estos dispositivos estaremos afectando la privacidad, la seguridad física, el funcionamiento de servicios y la adopción masiva de esta tecnología.
Veamos de qué manera impacta negativamente la falta de seguridad en los dispositivos IoT
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- Pérdida de privacidad: los datos personales (audio, video, hábitos) pueden filtrarse o venderse.
- Riesgos a la seguridad física: un atacante que controle cámaras, cerraduras o dispositivos médicos puede poner en peligro a las personas e incluso en riesgos de muerte.
- Disrupción del servicio: los dispositivos comprometidos pueden dejar de funcionar o convertirse en bots para ataques masivos.
- Costos económicos y reputacionales: las empresas y usuarios tendrían pérdidas financieras y de reputación por reparación, multas y pérdida de confianza.
- Barrera a la adopción: la falta de seguridad frena que los hogares y las empresas instalen IoT críticos (salud, transporte, industria).
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IoT y Shodan: la ventana a dispositivos vulnerables
Un factor que agrava los riesgos del IoT es la existencia de herramientas como Shodan, un buscador especializado que escanea y muestra dispositivos conectados a internet en todo el mundo. A diferencia de Google, que indexa páginas web, Shodan muestra cámaras de seguridad, routers, impresoras, semáforos inteligentes, refrigeradores e incluso equipos médicos conectados, muchas veces con configuraciones débiles o sin protección.
Esto significa que, si un dispositivo IoT está mal configurado (con contraseñas por defecto, sin actualizaciones o con puertos abiertos), puede aparecer en Shodan y quedar expuesto a cualquiera que lo busque, incluyendo ciberdelincuentes.
Por ejemplo: un atacante podría usar Shodan para localizar cámaras de seguridad en línea sin contraseña y espiar a las personas. Lo mismo aplica para timbres inteligentes, servidores caseros o paneles industriales.
Ahora no satanicemos a Shodan porque la visibilidad que da no es mala en sí misma; de hecho, también la utilizan investigadores de seguridad, analistas y administradores de sistemas para identificar dispositivos expuestos, evaluar vulnerabilidades y alertar a empresas sobre configuraciones inseguras. Esta herramienta funciona como un motor de búsqueda especializado en dispositivos conectados a internet, lo que la convierte en un recurso útil para mapear la superficie de exposición de una red. El problema real surge cuando los usuarios o las organizaciones no aplican medidas básicas de ciberseguridad, como cambiar contraseñas predeterminadas, actualizar el firmware, segmentar redes o cerrar puertos innecesarios. En esos casos, Shodan no es la amenaza, sino el medio por el cual se hace visible la falta de protección, dejando la puerta abierta a que atacantes malintencionados aprovechen esas debilidades. En otras palabras, Shodan expone lo que ya está vulnerable, y es responsabilidad del usuario o la empresa reducir esos riesgos con buenas prácticas.
No todo tiene que ser malo, ahora veamos los impactos positivos cuando nos enfocamos en la seguridad de los dispositivos IoT
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- Confianza y adopción: los usuarios compran y utilizan dispositivos que consideran seguros.
- Mejor operación y continuidad: menos fallos y menos interrupciones en servicios esenciales.
- Protección de privacidad y cumplimiento: facilitan el cumplimiento de normas y evitan sanciones.
- Innovación responsable: estándares y buenas prácticas permiten desarrollar soluciones IoT seguras a escala.
- Cuando se integra la ciberseguridad, el IoT ofrece eficiencia, confiabilidad y resiliencia en sectores vitales como:
- Salud: los dispositivos médicos conectados permiten monitoreo remoto seguro, alertas confiables y mejor gestión hospitalaria.
- Transporte: los IoT mejoran la seguridad de vehículos, optimiza el tráfico y garantiza información confiable en transporte público.
- Industria y energía: los sensores permiten mantenimiento predictivo, redes eléctricas inteligentes más seguras y protección de infraestructura crítica.
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Les comparto algunas recomendaciones claves
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- Los dispositivos IoT deben ser diseñados con seguridad desde el inicio (secure-by-design)
- Se debe Implementar en estos dispositivos controles de identidad y autenticación robustas (certificados, claves únicas, etc.)
- Actualizaciones automáticas y firmwares firmados para reducir vulnerabilidades.
- Se deben segmentar las redes y monitorear el tráfico para contener incidentes. Por ejemplo: separar tu red Wi-Fi creando una red exclusiva para dispositivos IoT
- Exigir transparencia de los proveedores: política de parches y ciclo de vida.
- Tener planes de respuesta a incidentes y copias de seguridad donde aplique.
- Cambia las contraseñas predeterminadas por claves seguras y únicas.
- Desactiva funciones innecesarias, como accesos remotos que no utilizas.
- Compra equipos de marcas confiables, que garanticen soporte y actualizaciones.
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En conclusión, el Internet de las Cosas facilita nuestras vidas, pero también abre nuevas puertas a los ciberdelincuentes. La ciberseguridad en el IoT no es un lujo, sino una necesidad para proteger datos personales, la privacidad y la seguridad digital de nuestros hogares y empresas. Tomar medidas básicas puede marcar la diferencia entre disfrutar de la tecnología de manera segura o convertirnos en víctima de un ataque.
Comprendamos que la ciberseguridad transforma al IoT. ¡Sin ciberseguridad, la tecnología expone privacidad, economía y vidas… con ella, el IoT cumple su promesa de facilitar y mejorarnos la vida de forma segura y sostenible!



