Hablemos de Moral y Ética Profesional

La ética o filosofía moral es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber.

El origen de la ética se remonta a la Antigua Grecia. Sócrates es considerado el padre de la ética, ya que todo su pensamiento giró en torno a la noción del Bien. Platón también dedicó buena parte de su obra al Bien. Sin embargo, Aristóteles fue el fundador de la ética propiamente dicha.

Según Aristóteles muchos de nuestros comportamientos tienen un tinte moral; es decir son morales aquellas acciones libres dirigidas hacia el bien, a lo justo y a lo correcto.

En realidad, la ética y la moral nos dicen el cómo debemos vivir y no es más que una guía de nuestro comportamiento, de cómo debemos actuar basado en reglas, normas y valores. Gracias a la ética podemos diferenciar lo bueno y lo malo en las personas, si son respetables o corruptas.

Incluso podemos encontrar en la sociedad individuos que se autonombran “amorales, porque creen poder” estar “más allá del bien y del mal, creen poder” ser indiferentes a cualquier tipo de consideración moral y regirse por principios supuestamente autónomos que los autorizan a hacer lo que quieran, cuando quieran y con quien quieran y no se dan cuenta de que mientras formen parte de una comunidad humana, siempre se adquieren compromisos de índole moral con su grupo, pues incluso un delincuente o un traficante deben aceptar cumplir con el código de conducta establecido por su grupo delictivo; aunque los mismos utilicen excusas como que son «Robin Hood» y solo roban a los ricos para ayudar a los pobres o para alimentarse, al final el delincuente no aceptará que es inmoral hasta que sus familiares o ellos mismos sean ultrajados.

¿Existe o no existe la moral?, ¿Se puede ser amoral?

En respuesta a estas preguntas, la realidad es que necesitamos la moral, porque la especie humana ha ido construyéndose a través de la elaboración de normas, reglas y principios a lo largo de la historia ya que desde nuestro nacimiento nos encontramos determinados por una organización social en la que hay códigos de conducta que deben aprenderse y seguirse, los cuales son transmitidos de generación en generación.

La ética en su proyección social y profesional tiene un doble compromiso no solo con nosotros si no también con los demás.

Ser profesionales es tener el privilegio de trascender socialmente a través del aprendizaje de los conocimientos, las habilidades y las actitudes que como competencias desarrollamos a través de la educación formal e informal. 

La ética tiene mucho que ver con la confianza; porque la confianza es la percepción que proyectamos de que tomaremos las decisiones correctas ante ciertas situaciones dejando de lado los intereses personales y poniendo como prioridad el bienestar colectivo, fortaleciendo nuestras relaciones ya sean personales o profesionales.

La ética profesional es un conjunto de principios y valores basado en las decisiones que los profesionales tomamos de forma voluntaria como base de nuestra labor diaria poniendo como prioridad el bienestar común. 

La ética profesional nos ayuda a fortalecer las relaciones, no solo entre nuestros colegas y compañeros de trabajo, sino también con nuestros clientes. Como consecuencia de esta práctica, nuestro entorno percibe que realmente puede confiar en nosotros, y que tienen la seguridad que tomaremos las decisiones correctas ante ciertas situaciones.